Mamás flamencas

En agosto celebramos en Costa Rica el Día de la Madre, y en agosto es el mes de la abnegación en Al Ándalus, ¿coincidencia? ¡Para nada! 

Las mamás somos abnegadas, al menos las mamás que intentamos cumplir con lo que el rol demanda, y hacerlo bien. La abnegación es, según la Real Academia Española (RAE), el sacrificio de la voluntad, afectos e intereses; en su mayoría, por motivos religiosos o altruistas. 

Por nuestros hijos posponemos nuestros intereses, sacrificamos horas de sueño, el tiempo no rinde… Deseamos con todo nuestro corazón verlos felices  y realizados, plenos. Y, les confieso, yo deseo con todo mi corazón ver a mi gordita feliz de la vida vestida de flamenca, zapateando y movimiento las manitas con preciosos floreos, pero creo que eso es pensando en mi felicidad, esperando que ella perciba tantísimo bienestar en el flamenco, como el que yo he experimentado. 

Por mi bebé sacrifico muchísimo, por ejemplo: ¡mis horas de sueño! Quienes me conocen saben lo que esto significa. Es tanto lo que un hijo demanda, al menos durante los primeros meses (que es la etapa en la que estamos), que estoy sacrificando las clases de mi adoradísimo flamenco por mi más adoradísima bebé.  

Sin embargo, he Más >

Agradecida

“Flamenco no sé lo que haría si no existiera el flamenco…”  

A veces damos por sentado muchas cosas, y sin embargo, hay tanto que agradecerle a la vida. Hoy le agradezco al flamenco y a todo lo que representa para mí. Realmente no recuerdo cuándo me comenzó a gustar, solo me viene a la memoria la sensación de que cuando escuchaba el cante o veía el baile algo dentro de mí decía: ¡Quiero!

 El flamenco es poco común en Costa Rica. Cuando comencé a ir a clases a mediados del 2013, el grupo se cerró en poco menos de un año por falta de integrantes. En agosto del 2014, la vida me llevó hasta Al Andalus, y le  agradezco tanto por  eso. Ha sido en esta Casa donde no solo he aprendido (y sigo aprendiendo) a bailar, zapatear y a manejar un abanico (mi instrumento soñado), sino que también he aprendido a conocerme, a expresarme (que siempre me ha costado demasiado), y a tener más confianza en mí misma.

Compañeras en camerinos. «Al Andalus en Nochebuena» 2016.

Cada vez que aprendo y logro ejecutar un paso de baile, es un pequeño éxito para mí y es aún más grande cuando puedo Más >

Junio Mes de la Música

La Fête de la Musique se celebra el 21 de junio y fue creada en Francia en el año de 1982. Desde sus primeras ediciones consideraba dentro de sus objetivos el ser gratuita y estar abierta a todo tipo de música, sin jerarquías de género ni prácticas.

Poco a poco, la idea se fue expandiendo y actualmente esta festividad se celebra en más de 120 países alrededor del mundo. Costa Rica no es la excepción y por eso, en la Academia Al Andalus nos unimos a esta forma de celebrar a la música.

Cuando Rocío me habló para que escribiera esta edición del blog, me pidió reflexionar sobre ¿qué es para mí la música? ¿qué significado tiene en mi vida? …y aunque no lo crean, ¡me costó muchísimo comenzar a escribir!

La música está presente prácticamente en todo en mi día a día, ya que aunque soy graduada en música clásica de la Universidad de Costa Rica, fue hace más de 20 años que el flamenco en Al Andalus se convirtió en mi primer acercamiento a los ritmos, armonías y melodías. Me aventuro a afirmar que para la mayoría de las integrantes de la academia esta situación puede resultar muy similar.

Grupo de niñas Más >

El nutritivo arte de la enseñanza

El aprendizaje es un privilegio, tanto para quien enseña como para quien aprende. Quien estudia reconoce, relaciona, interioriza, pero también aporta variaciones. Quien guía transfiere, relaciona, al tiempo que reorganiza métodos y técnicas según sea la necesidad de sus aprendices.

El flamenco no escapa de esta interacción y su enseñanza es todo un arte, cargado de paciencia, esfuerzo, sensibilidad y todo el amor del universo mundial. Durante mis casi 8 años en la Academia Al Andalus, han sido estas cualidades visibles en mis profes, las que me han mantenido a flote.

Punta, tacón, tacón, tacón. No solo se trata de que la profe nos muestre el paso una y otra vez, sino que lo siga haciendo de forma armoniosa y atenta. Su paciencia es un regalo para nuestros momentos de frustración. El sentir su mirada sobre nuestro zapateado, buscando el error y alentándonos cuando entra en compás es sin duda un ingrediente clave en el éxito de nuestra permanencia.

From the top. Quien asiste a nuestra presentación final, se deleita con pulidos minutos de baile flamenco de gran nivel. Coreografías impecables, zapateados limpios, floreos completos, interpretación poderosa. Todo esto lo conseguimos a lo largo de meses de “darle y darle” como se dice popularmente. Una y Más >

“No bailo porque soy feliz, soy feliz porque bailo”

Festival Internacional de las Artes. Teatro de Turrialba. 2011.

William James fue un filósofo y psicólogo estadounidense que vivió entre finales del siglo XIX y principios del XX. A pesar de ser una persona sumamente inteligente y con múltiples intereses y talentos, durante muchos años de su vida padeció de una depresión que le provocaba pensamientos de suicidio, ataques de pánico y alucinaciones.

Sin embargo, a pesar de ello James logró vivir casi 70 años y hacer una vida relativamente normal y esto en gran parte fue gracias a las ideas y teorías que desarrolló.  Muchas de estas son hoy bastante expandidas, pero en su momento resultaron de vanguardia para la psicología.

James tiene muchas frases hermosas, incluida una que escuché recientemente: “No canto porque soy feliz, soy feliz porque canto”. De inmediato la parafraseé en mi mente, pensando en las tantas veces en que, aun con todo lo que me gusta bailar, quise colgar los zapatos de tacón.

Confieso que no han sido muchas las veces, pero claro que las ha habido, y estoy segura de que a muchas les ha sucedido. Le pasa a cualquier artista, por disciplinado o talentoso que sea. A veces es por sentirnos abrumados ante Más >